8/9/10

Vuelta semi-lúcida en ómnibus


Estoy en un colectivo, de Córdoba a Retiro, Buenos Aires. Es de noche, antes de la madrugada. Tengo que despertarme antes que el colectivo llegue a la parada "Thames", pero sé que va a pasar muy temprano y tengo muchísimo sueño.
Entonces después de unos sueños abstractos con luces y colores desenfocados me despierto y veo todo borroso, primera fila del colectivo.
Veo pasar los carteles de la ruta, muy borroso, pero de vez en cuando leo "Thames" muy rápido, y se que estoy por llegar, pero a la vez los sueños abstractos me empiezan a dominar y empiezo a soñar despierto con ellos, no pudiéndome concentrar en los carteles.
Se escucha a uno de los choferes decir " Vamos directo pa Retiro che".
"Si, es lo que el mundo necesita" le responde otro. "¡Sí, ESO es lo que el mundo necesita!" dice una señora al fondo del colectivo. Yo intento despertarme, pero los sueños abstractos me tienen y además, son hermosísimos.
Veo, entre lo borroso, que sube un hombre vestido de negro al colectivo con una expresión mórbida, ropa ajustada y unas garras metálicas. En el acto pienso que todo puede ser un sueño, y que está por llegar el momento que me maten.
Suben otras tres personas con características similares, ademas todo el colectivo se ve muy oscuro y noto que la persona sentada a mi lado es uno de los hombres negros.
Estoy seguro que el sueño me quiere matar y que falta poco, y que si esto sucediera, no podré despertarme.
Me agarro la cabeza y trato de que el sueño termine, en vano. Lo único que logro es que el hombre con garras me note y empiecen todos a moverse en círculos, hacia mí.
Trato de nuevo de despertarme, uso en el sueño una técnica para despertarme inmediatamente y lo logro, aparentemente.
Aparezco en el colectivo, de nuevo, y escucho " Vamos pa retiro, nomás". Y me doy cuenta que aun sigo preso del sueño. Una camarera sonriente me ofrece una copa "Tome lo que usted quiera, me dice". No le creo e intento despertarme de nuevo. Al hacer esto todo el mundo grita con la boca cerrada y la camarera empieza a desfigurarse y a mostrar una cara de lobo deforme horripilante. Me esfuerzo por última vez y consigo despertarme.


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