8/3/10

Silueta blanca en casa de mi abuela


Estoy en casa de mi abuela, de noche. Estoy en el patio y hace frío. A mi izquierda hay un lavadero. Varios familiares míos están lavando platos, en fila, cada uno en su lavabo y realizando la tarea sin conversar ni emitir sonido, solo sonido de platos y agua se escuchan. Hay como mínimo diez familiares.
En el primer lavabo está mi abuela que se detiene y parece que busca algo. Me mira y me llama. Me pide un trapo rejilla.
Miro hacia mi lado esta la puerta hacia el interior de la casa. Dentro esta todo oscuro. Sintiendo la presión de la mirada de mi abuela entro a la casa, a la cocina y busco el trapo.
A lo lejos veo un pasillo, con dormitorios cuyas puertas están entreabiertas, todo iluminado con la luz del lavadero que entra por la misma puerta.
Cuando tengo el trapo en mis manos, escucho alguien que me llama por mi nombre. Me detengo un segundo y vuelve a llamarme. La voz suena como alguien que está despertandose, una voz grave y ligeramente reverberante.
Me acerco hacia donde proviene la voz, el pasillo del fondo y descubro un dormitorio, sin puerta, solo el marco, del cual cuelga una especie de cortina: una sabana rota y gris flameando.
Dentro, la voz me llama, es muy amigable pero imponente e intimidante y me invita a entrar.
Entro a la habitación. Dentro hay dos filas de militares mujeres con uniformes medio napoleónicos cuyo color predominante es el rojo.
Al final de las filas hay una cama des tendida blanca y sobre ella una silueta blanca-gris que es la que me llama, sosteniendo una copa en su mano.
Vuelve a llamarme, y yo dejo de mirar a las mujeres militares y avanzo hacia la silueta.
Me pregunta cómo estoy y me pide que me siente a su lado.
Yo accedo y lo hago.
Me pregunta si quiero tomar un poco de vino, a lo cual yo le digo que no tomo. Él me pregunta qué me gustaría tomar, y yo le respondo que coca. El se levanta de golpe y llama a mi abuela en voz alta, y muy enfadado. "Que traiga coca", pedía a gritos.
La voz de mi abuela se escucha, "que ya viene", dice.
Siento que esta por suceder algo inminente, y me empieza a dar miedo. La silueta grita de nuevo.
"Ya voy" dice mi abuela entrando con una bandeja y vasos a el cuarto. Ella levanta la mirada y nos ve a la silueta y a mí y suspira de espanto.

Se pone todo negro y en silencio, desaparecen todos los personajes.
Sobre el negro, comienzan a caer sillas de madera, que al tocar el suelo se despedazan.





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