9/4/10

Sueño semi lúcido en la siesta (pesadilla)

Estoy durmiendo una siesta. De pronto entro en el sueño y me veo a mí misma en la cama, tal como me había dormido. Había dos serpientes reptando por mi cuarto. Una era una cobra negra; me daba miedo, no estaba domesticada y era ponzoñosa. La otra serpiente desaparece.
Tomo a la cobra negra con el propósito de guardarla o encerrarla en algún lugar para que no pudiera hacerme daño mientras dormía. La metía adentro de mi diario, lo cerraba con la serpiente adentro y lo guardaba en una mochila. Acto seguido, intentaba dormir; me relajaba, pero el cuerpo se me paralizaba. En ese momento veo a la cobra salirse de la mochila a la fuerza, descosiéndola en una parte. No podía moverme y no podía hacer nada al respecto. Tenía muchísimo miedo. Sabía que la serpiente iba a aprovechar el momento de la parálisis para morderme. La cobra entonces reptaba hacia mí, se me enroscaba en el antebrazo y clavaba sus colmillos justo en las venas de mi muñeca. No sentía el dolor de la mordedura, pero sí sentía insoportablemente la presión que ejercía el cuerpo de la cobra enroscado, me estrangulaba el antebrazo. Yo veía todo desde mi parálisis. En todo momento vivo un miedo y una angustia insoportables y no puedo salir de esa situación. Me desmayo (o me duermo). Vuelvo a despertar y la cobra sigue allí. Trato de llamar a alguno de mis papás para que venga a ayudarme pero mi voz no sale. Escucho que están cortando el pasto en el jardín (que realemente estaba sucediendo). Vuelvo a desvanecerme. La escena se repite varias veces. Despierto una vez más; la cobra ya no estaba allí, pero de pronto miraba mi cuerpo y notaba, sorprendida y asustada, que lo tenía lleno de cicatrices y escarificaciones formando símbolos esotéricos. El cuerpo lleno, sobre la piel, especialmente la cara interna de los brazos y el pecho. Todo era producto de la mordedura de la cobra.
Para ese momento ya dejo de estar paralizada y decido levantarme e ir a mostrarle las escarificaciones a mi mamá yademás comentarle toda la experiencia. Cuando bajo, la planta baja no coincidía con la de mi casa, era otro sitio, aunque conceptualmente sí era mi casa.
Encuentro a mi mamá en una situación extraña y llamativa: estaba con dos chicas de mi edad, que se notaba que eran de clase alta y eran, a mi entender, muy perfectitas (todo perfectamente calculado y en orden). Mi mamá estaba simulando ser como ellas. Tenían un sombrero del cual estaban hablando cuando yo me acercaba a ellas.
Interrumpía la conversación, le hablaba a mi mamá, quien me respondía con indiferencia y me juzgaba por las escarificaciones. "¿Qué te pasó? Eso es un asco."
Inmediatamente entendía que estaba soñando. La angustia del sueño, especialmente al sentir la indiferencia de mi mamá cuando algo tan importante y extraño me había sucedido, era muy grande. Puedo manejar mi sueño. Puedo salir de este infierno si quiero porque no es real.
Vuelvo a la escalera y decido tirarme hacia atrás con el cuerpo hasta caerme y despertarme. Al principio mi cuerpo se resistía a caer hacia atrás, una reacción normal del cuerpo. "Tengo que caerme hacia atrás, chocarme con los escalones y despertarme. Tengo que ser más valiente y animarme a la caída total."
Después de un par de intentos, lo logro.

4 comments:

  1. Segundo sueño lúcido si no me equivoco!!! Y qué sueño eh. Aparte me gusta cómo está contado, sobre todo al principio. Por acá cada cual se hace su estilo para contar sueños, eso está bueno.
    Voy a tener que ir al diccionario a ver qué son "escarificaciones"...aunque algo imagino....

    ReplyDelete
  2. eehhhh anónimooooo!!!!!!!!!!!!! decime quién sos

    ReplyDelete
  3. a jajaja quedé anónima por defecto no más
    soy el avedelaluna

    ReplyDelete
  4. Jajajaja, aveeeeeeeee, amiga mía! Al final buscaste que son las escarificaciones?

    ReplyDelete