En una soga hay ensartados cuatro hombres muertos, la soga cuelga del pino del patio delantero de casa. Los veo desde la ventana del salón de yoga. Desde que los descubro empiezo a sentir el malestar que es el clima de toda la pesadilla: una atmósfera de algo sucio, horrible, de muerte, de no saber qué hacer. Veo claramente al hombre que está encima de los otros. Decadencia. Es de piel oscura, lleva una camisa azul, como de mecánico, que se entreabre en la panza tensa de vino, la cabeza pelada adelante y con pelo largo enrulado por detrás y a los costados. Estoy en casa con mi hermano, le digo de llamar a la policía "¿a la policía?" me dice como diciendo que no es la mejor opción . Llamamos a mi papá que está en el trabajo, busco el teléfono en la agenda,no lo encuentro, mi hermano llama finalmente al celular y lo encuentra, va a venir y ya llamó a la policía. Espera. Nadie llega. La sensación de eso horrible que está ahí. A veces voy a mirar. Quiero que se los lleven. Pienso que la policía tiene una razón de ser*.
Todo dura mucho tiempo. Me despierto y siento el alivio de reconocer que era un sueño. Conservo el malestar un durante un buen rato.

*lo contrario a lo que pienso en la vida diurna.

Se parece a un sueño que tuve hace mucho. Veía que de la higuera del fondo de casa caían desplegándose en abanico tres orangutanes muertos y mi gata Ah Fuh.
Los orangutanes en otro sueño más reciente morían enrrollados, comidos por pulgones, y no podíamos hacer nada.