En un principio, me encuentro con este dispositivo de comunicacion en la casa de una amiga de Pame. Es blanco, la mitad de angosto que un celular, tiene pantalla con fondo verde, letras toscas y no mas de 5 botones. Parece que inferiorisima calidad, como esas cosas que no duran mas de dos semanas. En teoria, con este dispositivo, vamos a poder chatear gratis.
Estoy en un colectivo con rumbo a algun pueblo, el paisaje que recorre el colectivo es de sierras y el camino es meandroso, bastante movido. Encuentro el dispositivo atado con una piola a un aujero en el marco de la ventana del colectivo y me pongo a jugar un rato. Mando un mensaje o dos y lo arranco de la piola. Una seniora muy nerviosa, sentada adelante mio, no para de hablar un segundo que tiene que llegar a horario para preparar una comida en un programa de TV. Detienen el colectivo, se sube un policia y nos avisa que todos tenemos que presentar documentos. Nos muestra, sacandose el mismo todo lo de sus bolsillos y poniendolo en el piso del bondi, como hay que hacer. Me siento increiblemente tranquilo a diferencia de la seniora que tiene que cocinar, esta hablando sola confabulando historias para que no presentar su documento y seguir su viaje.
El colectivo sigue como si nada, al final nadie pidio documentos ni nada. Tengo muchas ganas de quedarme con el dispositivo de comunicacion trucho, solo por diversion. Llegamos a destino, parece un lugar bastante despoblado y arido (norte-like). Me bajo del colectivo y me doy cuenta que no tengo nada que hacer ahi: me despierto.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment